Gefunden 119 Ergebnisse für: Malo

  • Si hay en medio de ti, en alguna de las ciudades que Yahveh tu Dios te da, un hombre o una mujer que haga lo que es malo a los ojos de Yahveh tu Dios, violando su alianza, (Deuteronomio 17, 2)

  • Porque sé que después de mi muerte no dejaréis de pervertiros; os apartaréis del camino que os he prescrito; y la desgracia vendrá sobre vosotros en el futuro, por haber hecho lo que es malo a los ojos de Yahveh, irritándole con vuestras obras.» (Deuteronomio 31, 29)

  • El espíritu de Yahveh se había apartado de Saúl y un espíritu malo que venía de Yahveh le perturbaba. (I Samuel 16, 14)

  • Dijéronle, pues, los servidores de Saúl: «Mira, un espíritu malo de Dios te aterroriza; (I Samuel 16, 15)

  • permítenos, señor, que tus siervos que están en tu presencia te busquen un hombre que sepa tocar la cítara, y cuando te asalte el espíritu malo de Dios tocará y te hará bien.» (I Samuel 16, 16)

  • Cuando el espíritu de Dios asaltaba a Saúl, tomaba David la cítara, la tocaba, Saúl, encontraba calma y bienestar y el espíritu malo se apartaba de él. (I Samuel 16, 23)

  • Al día siguiente se apoderó de Saúl un espíritu malo de Dios y deliraba en medio de la casa; David tocaba como otras veces. Tenía Saúl la lanza en la mano. (I Samuel 18, 10)

  • Se apoderó de Saúl un espíritu malo de Yahveh; estaba sentado en medio de la casa con su lanza en su mano y David tocaba. (I Samuel 19, 9)

  • Akís llamó a David y le dijo: «! Vive Yahveh! que tú eres leal y me hubiera gustado que salieras y entraras conmigo en el campamento, pues nada malo he hallado en ti desde el día en que viniste a mí hasta hoy, pero no eres bien visto por los tiranos. (I Samuel 29, 6)

  • Ahora vuélvete y vete en paz, y así no harás nada malo a los ojos de los tiranos de los filisteos.» (I Samuel 29, 7)

  • ¿Por qué has menospreciado a Yahveh haciendo lo malo a sus ojos, matando a espada a Urías el hitita, tomando a su mujer por mujer tuya y matándole por la espada de los ammonitas? (II Samuel 12, 9)

  • Ochenta años tengo. ¿Puedo hoy distinguir entre lo bueno y lo malo? Tu siervo no llega ya a saborear lo que come o bebe, ni alcanzo ya a oír la voz de los cantores y cantoras. ¿Por qué tu siervo ha de seguir siendo una carga para el rey mi señor? (II Samuel 19, 36)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina