Gefunden 59 Ergebnisse für: Muchedumbre

  • Pero al ver la gran muchedumbre de los enemigos, les entró mucho miedo y muchos escaparon del campamento; no quedaron más que ochocientos hombres. (I Macabeos 9, 6)

  • Después de reunir a los suyos, en número de 6.000, el Macabeo les exhortaba a no dejarse amedrentar por los enemigos y a no temer a la muchedumbre de gentiles que injustamente venían contra ellos, sino a combatir con valor, (II Macabeos 8, 16)

  • En efecto, habiendo entrado en la ciudad llamada Persépolis, pretendió saquear el santuario y oprimir la ciudad; ante ello, la muchedumbre sublevándose acudió a las armas y le puso en fuga; y sucedió que Antíoco, ahuyentado por los naturales del país, hubo de emprender una vergonzosa retirada. (II Macabeos 9, 2)

  • Estad atentos los que gobernáis multitudes y estáis orgullosos de la muchedumbre de vuestros pueblos. (Sabiduría 6, 2)

  • Por sus locos e inicuos pensamientos por los que, extraviados, adoraban reptiles sin razón y bichos despreciables, les enviaste en castigo muchedumbre de animales sin razón, (Sabiduría 11, 15)

  • Pues bien podía tu mano omnipotente - ella que de informe materia había creado el mundo - enviar contra ellos muchedumbre de osos o audaces leones, (Sabiduría 11, 17)

  • y la muchedumbre seducida por el encanto de la obra, al que poco antes como hombre honraba, le consideró ya objeto de adoración. (Sabiduría 14, 20)

  • No digas: «Del Señor me esconderé, y ¿quién allá arriba se acordará de mí? Entre la gran muchedumbre no seré reconocido, pues ¿qué soy yo en la inmensa creación?» (Eclesiástico 16, 17)

  • Y ahora ha hablado Yahveh diciendo: «Dentro de tres años, como años de jornalero, será despreciada la gloria de Moab con toda su numerosa muchedumbre, y el resto será pequeñísimo, insignificante.» (Isaías 16, 14)

  • «Si no escucháis mi voz, esta misma grande, inmensa muchedumbre quedará reducida a un pequeño número en medio de las naciones donde yo los dispersaré. (Baruc 2, 29)

  • Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán. (Mateo 4, 25)

  • Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. (Mateo 5, 1)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina