Gefunden 390 Ergebnisse für: Oráculo

  • El pan que yo te había dado, la flor de harina, el aceite y la miel con que yo te alimentaba, lo presentaste ante ellas como calmante aroma. Y sucedió incluso - oráculo del Señor Yahveh - (Ezequiel 16, 19)

  • Y para colmo de maldad - ¡ay, ay de ti!, oráculo del Señor Yahveh - (Ezequiel 16, 23)

  • ¡Oh, qué débil era tu corazón - oráculo del Señor Yahveh - para cometer todas estas acciones, dignas de una prostituta descarada! (Ezequiel 16, 30)

  • Porque no te has acordado de los días de tu juventud, y con todas estas cosas me has provocado, he aquí que también yo por mi parte haré recaer tu conducta sobre tu cabeza, oráculo del Señor Yahveh. Pues ¿no has cometido infamia con todas tus abominaciones? (Ezequiel 16, 43)

  • Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que tu hermana Sodoma y sus hijas no obraron como habéis obrado vosotras, tú y tus hijas. (Ezequiel 16, 48)

  • Tú misma soportas las consecuencias de tu infamia y tus abominaciones, oráculo de Yahveh. (Ezequiel 16, 58)

  • para que te acuerdes y te avergüences y no oses más abrir la boca de vergüenza, cuando yo te haya perdonado todo lo que has hecho, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 16, 63)

  • Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que en el lugar del rey que le puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto rompió, allí en medio de Babilonia morirá. (Ezequiel 17, 16)

  • Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que no repetiréis más este proverbio en Israel. (Ezequiel 18, 3)

  • se conduce según mis preceptos y observa mis normas, obrando conforme a la verdad, un hombre así es justo: vivirá sin duda, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 18, 9)

  • ¿Acaso me complazco yo en la muerte del malvado - oráculo del Señor Yahveh - y no más bien en que se convierta de su conducta y viva? (Ezequiel 18, 23)

  • Yo os juzgaré, pues, a cada uno según su proceder, casa de Israel, oráculo del Señor Yahveh. Convertíos y apartaos de todos vuestros crímenes; no haya para vosotros más ocasión de culpa. (Ezequiel 18, 30)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina