Gefunden 22 Ergebnisse für: Prisioneros

  • Cendebeo llegó a Yamnia y comenzó a hostigar al pueblo, efectuar incursiones por Judea, capturar prisioneros y matar. (I Macabeos 15, 40)

  • Nicanor intentaba, por su parte, saldar con la venta de prisioneros judíos, el tributo de 2.000 talentos que el rey debía a los romanos. (II Macabeos 8, 10)

  • El que había pretendido saldar el tributo debido a los romanos con la venta de los prisioneros de Jerusalén, proclamaba que los judíos tenían a Alguien que les defendía, y que los judíos eran invulnerables por el hecho de que seguían las leyes prescritas por Aquél. (II Macabeos 8, 36)

  • Imaginaban los impíos que podrían oprimir a una nación santa; y se encontraron prisioneros de tinieblas, en larga noche trabados, recluidos en sus casas, desterrados de la Providencia eterna. (Sabiduría 17, 2)

  • Bien merecían verse de luz privados y prisioneros de tinieblas, los que en prisión tuvieron encerrados a aquellos hijos tuyos que habían de dar al mundo la luz incorruptible de la Ley. (Sabiduría 18, 4)

  • Con tal de no arrodillarse entre los prisioneros, entre los muertos caerían. Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida. (Isaías 10, 4)

  • el que puso el orbe como un desierto, y asoló sus ciudades, el que a sus prisioneros no abría la cárcel?» (Isaías 14, 17)

  • serán amontonados en montón los prisioneros en el pozo, serán encerrados en la cárcel y al cabo de muchos días serán visitados. (Isaías 24, 22)

  • Luego Ismael hizo prisioneros a todo el resto del pueblo que quedaba en Mispá, a las hijas del rey y a todo el pueblo que quedaba en Mispá, que Nebuzaradán, jefe de la guardia, había encomendado a Godolías, hijo de Ajicam; y de madrugada se fue Ismael, hijo de Netanías, a pasarse a los ammonitas. (Jeremías 41, 10)

  • Cuando se decidió que nos embarcásemos rumbo a Italia, fueron confiados Pablo y algunos otros prisioneros a un centurión de la cohorte Augusta, llamado Julio. (Hechos 27, 1)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina