Gefunden 189 Ergebnisse für: conquista del trono

  • Yo levanté mi tienda en las alturas, y mi trono era una columna de nube. (Eclesiástico 24, 4)

  • Desde el que está sentado en un trono glorioso, hasta el que en tierra y ceniza está humillado, (Eclesiástico 40, 3)

  • Y tronó el Señor desde los cielos, con gran ruido hizo resonar su voz; (Eclesiástico 46, 17)

  • El Señor le perdonó sus pecados y exaltó su cuerno para siempre: le otorgó la alianza real, un trono de gloria en Israel. (Eclesiástico 47, 11)

  • El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado, y sus haldas llenaban el templo. (Isaías 6, 1)

  • Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso. (Isaías 9, 6)

  • Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte. (Isaías 14, 13)

  • será establecido sobre la piedad el trono, y se sentará en él con lealtad - en la tienda de David - un juez que busque el derecho, y sea presto a la justicia. (Isaías 16, 5)

  • Le hincaré como clavija en lugar seguro, y será trono de gloria para la casa de su padre. (Isaías 22, 23)

  • Así dice Yahveh: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies, Pues ¿qué casa vais a edificarme, o qué lugar para mi reposo, (Isaías 66, 1)

  • En aquel tiempo llamarán a Jerusalén «Trono de Yahveh» y se incorporarán a ella todas las naciones en el nombre de Yahveh, en Jerusalén, sin seguir más la dureza de sus perversos corazones. (Jeremías 3, 17)

  • Entonces les dices: «Pues así dice Yahveh: He aquí que yo lleno de borrachera a todos los habitantes de esta tierra, a los reyes sucesores de David en el trono, a los sacerdotes y profetas y a todos los habitantes de Jerusalén, (Jeremías 13, 13)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina