Gefunden 162 Ergebnisse für: cortina de entrada

  • Dichoso el hombre que me escucha velando ante mi puerta cada día, guardando las jambas de mi entrada. (Proverbios 8, 34)

  • una es la entrada en la vida para todos y una misma la salida. (Sabiduría 7, 6)

  • sales al valle de Ben Hinnom, a la entrada de la puerta de las Tejoletas, y pregonas allí las palabras que voy a decirte. (Jeremías 19, 2)

  • Oyeron esto los jefes de Judá, y subieron de la casa del rey a la Casa de Yahveh, y se sentaron a la entrada de la Puerta Nueva de la Casa de Yahveh. (Jeremías 26, 10)

  • Baruc, pues, leyó en el libro las palabras de Jeremías en la Casa de Yahveh, en la cámara de Guemarías, hijo de Safán el escriba, en el patio alto, a la entrada de la Puerta Nueva de la Casa de Yahveh, a oídos de todo el pueblo. (Jeremías 36, 10)

  • Entonces el rey Sedecías mandó traer al profeta Jeremías a la entrada tercera que había en la Casa de Yahveh, y dijo el rey a Jeremías: «Yo te pregunto una cosa: no me ocultes nada.» (Jeremías 38, 14)

  • Toma en tus manos piedras grandes, y las hundes en el cemento de la terraza que hay a la entrada del palacio de Faraón en Tafnis, a vista de los judíos, (Jeremías 43, 9)

  • Alargó una especie de mano y me agarró por un mechón de mi cabeza; el espíritu me elevó entre el cielo y la tierra y me llevó a Jerusalén, en visiones divinas, a la entrada del pórtico interior que mira al norte, allí donde se alza el ídolo de los celos, que provoca los celos. (Ezequiel 8, 3)

  • El me dijo: «Hijo de hombre, lévanta tus ojos hacia el norte.» Levanté mis ojos hacia el norte y vi que al norte del pórtico del altar estaba este ídolo de los celos, a la entrada. (Ezequiel 8, 5)

  • Me llevó a la entrada del atrio. Yo miré: había un agujero en la pared. (Ezequiel 8, 7)

  • Me llevó a la entrada del pórtico de la Casa de Yahveh que mira al norte, y vi que allí estaban sentadas las mujeres, plañiendo a Tammuz. (Ezequiel 8, 14)

  • Me condujo luego al atrio interior de la Casa de Yahveh. Y he aquí que a la entrada del santuario de Yahveh, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco hombres que, vuelta la espalda al santuario de Yahveh y la cara a oriente, se postraban en dirección a oriente hacia el sol. (Ezequiel 8, 16)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina