Gefunden 3656 Ergebnisse für: hijos de Israel

  • Mas a Israel dice: Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo incrédulo y rebelde. (Romanos 10, 21)

  • Dios no ha rechazado a su pueblo, en quien de antemano puso sus ojos. ¿O es que ignoráis lo que dice la Escritura acerca de Elías, cómo se queja ante Dios contra Israel? (Romanos 11, 2)

  • Entonces, ¿qué? Que Israel no consiguió lo que buscaba; mientras lo consiguieron los elegidos. Los demás se endurecieron, (Romanos 11, 7)

  • Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, no sea que presumáis de sabios: el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la totalidad de los gentiles, (Romanos 11, 25)

  • y así, todo Israel será salvo, como dice la Escritura: Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las impiedades. (Romanos 11, 26)

  • No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos. (I Corintios 4, 14)

  • Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. De otro modo, vuestros hijos serían impuros, mas ahora son santos. (I Corintios 7, 14)

  • Fijaos en el Israel según la carne. Los que comen de las víctimas ¿no están acaso en comunión con el altar? (I Corintios 10, 18)

  • Que si el ministerio de la muerte, grabado con letras sobre tablas de piedra, resultó glorioso hasta el punto de no poder los hijos de Israel fijar su vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, aunque pasajera, (II Corintios 3, 7)

  • Correspondednos; os hablo como a hijos; abríos también vosotros. (II Corintios 6, 13)

  • Yo seré para vosotros padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso. (II Corintios 6, 18)

  • Mirad, es la tercera vez que estoy a punto de ir a vosotros, y no os seré gravoso, pues no busco vuestras cosas sino a vosotros. Efectivamente, no corresponde a los hijos atesorar para los padres, sino a los padres atesorar para los hijos. (II Corintios 12, 14)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina