Gefunden 1479 Ergebnisse für: hombre

  • Al oír esto el centurión fue donde el tribuno y le dijo: «¿Qué vas a hacer? Este hombre es ciudadano romano.» (Hechos 22, 26)

  • Se levantó, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y se oponían diciendo: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló algún espíritu o un ángel?» (Hechos 23, 9)

  • Este hombre había sido apresado por los judíos y estaban a punto de matarlo cuando, al saber que era romano, acudí yo con la tropa y le libré de sus manos. (Hechos 23, 27)

  • Pero habiéndome llegado el aviso de que se preparaba una celada contra este hombre, al punto te lo he mandado y he informado además a sus acusadores que formulen sus quejas contra él ante ti.» (Hechos 23, 30)

  • Hemos encontrado esta peste de hombre que provoca altercados entre los judíos de toda la tierra y que es el jefe principal de la secta de los nazoreos. (Hechos 24, 5)

  • «Que bajen conmigo, les dijo, los que entre vosotros tienen autoridad y si este hombre es culpable en algo, formulen acusación contra él.» (Hechos 25, 5)

  • Como pasaran allí bastantes días, Festo expuso al rey el caso de Pablo: «Hay aquí un hombre, le dijo, que Félix dejó prisionero. (Hechos 25, 14)

  • Yo les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a un hombre antes de que el acusado tenga ante sí a los acusadores y se le dé la posibilidad de defenderse de la acusación. (Hechos 25, 16)

  • Ellos vinieron aquí juntamente conmigo, y sin dilación me senté al día siguiente en el tribunal y mandé traer al hombre. (Hechos 25, 17)

  • Agripa dijo a Festo: «Querría yo también oír a ese hombre.» - «Mañana, dijo, le oirás.» (Hechos 25, 22)

  • Festo dijo: «Rey Agripa y todos los aquí presentes; aquí veis a este hombre, contra quien toda la multitud de los judíos vinieron donde mí tanto en Jerusalén como aquí, gritando que no debía vivir ya más. (Hechos 25, 24)

  • y mientras se retiraban iban diciéndose unos a otros: «Este hombre no ha hecho nada digno de muerte o de prisión.» (Hechos 26, 31)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina