Gefunden 74 Ergebnisse für: lista de ofrendas
y los contaminé con sus propias ofrendas, haciendo que pasaran por el fuego a todo primogénito, a fin de infundirles horror, para que supiesen que yo soy Yahveh. (Ezequiel 20, 26)
Yo les conduje a la tierra que, mano en alto, había jurado darles. Allí vieron toda clase de colinas elevadas, toda suerte de árboles frondosos, y en ellos ofrecieron sus sacrificios y presentaron sus ofrendas provocadoras; allí depositaron el calmante aroma y derramaron sus libaciones. (Ezequiel 20, 28)
presentando vuestras ofrendas, haciendo pasar a vuestros hijos por el fuego; os contamináis con todas vuestras basuras, hasta el día de hoy, ¿y yo voy a dejarme consultar por vosotros, casa de Israel? Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que no me dejaré consultar por vosotros. (Ezequiel 20, 31)
En cuanto a vosotros, casa de Israel, así dice el Señor Yahveh: Que vaya cada uno a servir a sus basuras; después, yo juro que me escucharéis y no profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y vuestras basuras. (Ezequiel 20, 39)
Porque será en mi santa montaña, en la alta montaña de Israel - oráculo del Señor Yahveh - donde me servirá toda la casa de Israel, toda ella en esta tierra. Allí los acogeré amorosamente y allí solicitaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas santas. (Ezequiel 20, 40)
Las ranuras, de un palmo de anchura, estaban dispuestas en el interior, todo en torno. Sobre estas mesas se ponía la carne de las ofrendas. (Ezequiel 40, 43)
Lo mejor de todas vuestras primicias y de toda clase de ofrendas reservadas que ofrezcáis, será para los sacerdotes; y lo mejor de vuestras moliendas, se lo daréis a los sacerdotes, para que la bendición repose sobre vuestra casa. (Ezequiel 44, 30)
Estaban ellos tranquilos, porque se habían hecho una entrada secreta debajo de la mesa y por allí entraban normalmente a llevarse las ofrendas. (Daniel 14, 12)
quemad levadura en acción de gracias, y pregonad las ofrendas voluntarias, voceadlas, ya que es eso lo que os gusta, hijos de Israel!, oráculo del Señor Yahveh. (Amós 4, 5)
Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: «No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque son precio de sangre.» (Mateo 27, 6)
Como dijeran algunos, acerca del Templo, que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo: (Lucas 21, 5)
«Al cabo de muchos años he venido a traer limosnas a los de mi nación y a presentar ofrendas. (Hechos 24, 17)