Gefunden 103 Ergebnisse für: llegar

  • Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh, después de llegar el rey Sedecías a un acuerdo con todo el pueblo de Jerusalén, proclamándoles una manumisión, (Jeremías 34, 8)

  • Vete y dices a Ebed Mélek el kusita: Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Mira que yo hago llegar mis palabras a esta ciudad para su daño, que no para su bien, y tú serás testigo en aquel día, (Jeremías 39, 16)

  • Entristeceré el corazón de muchos pueblos cuando haga llegar la noticia de tu ruina entre las naciones, hasta países que no conoces. (Ezequiel 32, 9)

  • La mano de Yahveh había venido sobre mí, la tarde antes de llegar el fugitivo, y me había abierto la boca para cuando éste llegó donde mí por la mañana; mi boca se abrió y no estuve más mudo. (Ezequiel 33, 22)

  • Como uvas en desierto encontré yo a Israel, como breva de higuera en sus primicias vi a vuestros padres. Pero al llegar ellos a Baal Peor se consagraron a la Infamia, y se hicieron abominables como el objeto de su amor. (Oseas 9, 10)

  • Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. (Mateo 8, 14)

  • Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino. (Mateo 8, 28)

  • Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados. (Mateo 8, 33)

  • Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, (Mateo 9, 23)

  • Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creéis que puedo hacer eso?» Dícenle: «Sí, Señor.» (Mateo 9, 28)

  • Entonces dice: "Me volveré a mi casa, de donde salí." Y al llegar la encuentra desocupada, barrida y en orden. (Mateo 12, 44)

  • No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, (Mateo 20, 26)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina