Gefunden 242 Ergebnisse für: lluvia de piedras

  • Y David y sus hombres prosiguieron su camino, mientras Semeí marchaba por el flanco de la montaña, paralelo a él; iba malcidiendo, tirando piedras y arrojandos polvo. (II Samuel 16, 13)

  • Tomaron a Absalón, le echaron en el bosque en un gran hoyo y pusieron encima un gran montón de piedras; y todo Israel huyó, cada uno a su tienda. (II Samuel 18, 17)

  • como luz matinal al romper el sol en una mañana sin nubes, haciendo brillar tras la lluvia el césped de la tierra. (II Samuel 23, 4)

  • El rey mandó arrancar grandes piedras, piedras selectas, para fundamentar la Casa con piedras de sillería. (I Reyes 5, 31)

  • Los obreros de Salomón, los obreros de Jiram y los guiblitas cortaron y dispusieron la madera y las piedras para construir la Casa. (I Reyes 5, 32)

  • (La Casa fue construida con piedras preparadas en la cantera; durante su construcción no se oyeron en la Casa martillazos ni sierras ni instrumentos de hierro.) (I Reyes 6, 7)

  • Edificó el patio interior; tres filas de piedras talladas y una fila de tablones de cedro. (I Reyes 6, 36)

  • Todo esto era de piedras selectas, talladas a medida, serradas con sierra por dentro y por fuera, desde los cimientos hasta las cornisas. (I Reyes 7, 9)

  • El cimiento era de piedras excelentes, grandes piedras, unas de diez codos y otras de ocho; (I Reyes 7, 10)

  • en la parte superior había piedras excelentes, talladas a medida, y cedro. (I Reyes 7, 11)

  • Al exterior, el patio grande tenía en derredor tres filas de piedras talladas y una fila de planchas de cedro, igual que el patio interior de la Casa de Yahveh y el vestíbulo de la Casa. (I Reyes 7, 12)

  • «Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia porque pecaron contra ti, si oran en este lugar y alaban tu Nombre y se convierten de su pecado porque les humillaste, (I Reyes 8, 35)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina