Gefunden 838 Ergebnisse für: milagros de Moisés

  • Díjole Abraham: "Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan." (Lucas 16, 29)

  • Le contestó: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite."» (Lucas 16, 31)

  • Cerca ya de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, se pusieron a alabar a Dios a grandes voces, por todos los milagros que habían visto. (Lucas 19, 37)

  • «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno, que estaba casado y no tenía hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. (Lucas 20, 28)

  • Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. (Lucas 20, 37)

  • Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. (Lucas 24, 27)

  • Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."» (Lucas 24, 44)

  • Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. (Juan 1, 17)

  • Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret.» (Juan 1, 45)

  • Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, (Juan 3, 14)

  • No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza. (Juan 5, 45)

  • Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. (Juan 5, 46)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina