Gefunden 3151 Ergebnisse für: oso

  • Esta es ya, queridos, la segunda carta que os escribo; en ambas, con lo que os recuerdo, despierto en vosotros el recto criterio. (II Pedro 3, 1)

  • No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como algunos lo suponen, sino que usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión. (II Pedro 3, 9)

  • Vosotros, pues, queridos, estando ya advertidos, vivid alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos disolutos, os veáis derribados de vuestra firme postura. (II Pedro 3, 17)

  • - pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó - (I Juan 1, 2)

  • lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. (I Juan 1, 3)

  • Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros. (I Juan 1, 8)

  • Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros. (I Juan 1, 10)

  • Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él. (I Juan 2, 4)

  • Y sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo - lo cual es verdadero en él y en vosotros - pues las tinieblas pasan y la luz verdadera brilla ya. (I Juan 2, 8)

  • Os escribo a vosotros, hijos míos, porque se os han perdonado los pecados por su nombre. (I Juan 2, 12)

  • Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno. (I Juan 2, 13)

  • Os he escrito a vosotros, hijos míos, porque conocéis al Padre, Os he escrito, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y la Palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al Maligno. (I Juan 2, 14)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina