Gefunden 192 Ergebnisse für: vergüenza eterna

  • Blanco de ira, de deshonra y gran vergüenza, eso es la mujer que mantiene a su marido. (Eclesiástico 25, 22)

  • El hombre bueno sale fiador de su prójimo, el que ha perdido la vergüenza, lo deja abandonado. (Eclesiástico 29, 14)

  • No demuestran instrucción ni juicio, ni se les encuentra entre los que dicen máximas. Pero aseguran la creación eterna, el objeto de su oración son los trabajos de su oficio. (Eclesiástico 38, 34)

  • Así pues, ruborizaos de lo que os voy a señalar, que no es bueno guardar toda vergüenza, ni todo es apreciato fielmente por todos. (Eclesiástico 41, 16)

  • Vale más maldad de hombre que bondad de mujer, la mujer cubre de vergüenza y oprobio. (Eclesiástico 42, 14)

  • También la luna: sale siempre a su hora, para marcar los tiempos, señal eterna. (Eclesiástico 43, 6)

  • Le afirmó como alianza eterna, y le dio el sacerdocio del pueblo. Le hizo feliz con su espléndido ornamento, le ciño de gloriosa vestidura. (Eclesiástico 45, 7)

  • Llenó Moisés sus manos, le ungió con óleo santo. Fue ello para él alianza eterna, y para su linaje cuanto dure el cielo, para presidir el culto, ejercer el sacerdocio y bendecir a su pueblo en nombre del Señor. (Eclesiástico 45, 15)

  • así como Josué hijo de Josedec! Ellos en sus días construyeron la Casa y levantaron el Templo consagrado al Señor, destinado a una gloria eterna. (Eclesiástico 49, 12)

  • Por debajo del bálsamo habrá hedor, por debajo de la faja, soga, por debajo de la peluca, rapadura, y por debajo del traje, refajo de arpillera. y por debajo de la hermosura, vergüenza. (Isaías 3, 24)

  • Te enrolla en ovillo, como una pelota en tierra de amplios espacios. Allí morirás, y allí irán tus carrozas gloriosas, vergüenza del palacio de tu señor. (Isaías 22, 18)

  • La tierra ha sido profanada bajo sus habitantes, pues traspasaron las leyes, violaron el precepto, rompieron la alianza eterna. (Isaías 24, 5)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina