Gefunden 190 Ergebnisse für: vestidos

  • los manjares de su mesa, las habitaciones de sus servidores, el porte de sus ministros y sus vestidos, sus coperos con sus trajes y los holocaustos que ofrecía en la Casa de Yahveh, se quedó sin aliento, (II Crónicas 9, 4)

  • Y cada uno de ellos traía su presente, objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos, año tras año. (II Crónicas 9, 24)

  • El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada cual en su trono, vestidos de gala, en la era que hay a la entrada de la puerta de Samaría, mientras que todos los profetas estaban en trance delante de ellos. (II Crónicas 18, 9)

  • El rey de Israel dijo a Josafat: «Yo voy a disfrazarme para entrar en combate, mientras que tú te pondrás tus vestidos.» El rey de Israel se disfrazó, y así entraron en la batalla. (II Crónicas 18, 29)

  • Después, habiendo deliberado con el pueblo, señaló cantores que, vestidos de ornamentos sagrados y marchando al frente de los guerreros, cantasen en honor de Yahveh: «¡Alabad a Yahveh porque es eterno su amor!» (II Crónicas 20, 21)

  • Josafat y su pueblo fueron a saquear los despojos y hallaron mucho ganado, riquezas y vestidos y objetos preciosos, y recogieron tanto que no lo podían llevar. Emplearon tres días en saquear el botín, porque era abundante. (II Crónicas 20, 25)

  • miró, y vio al rey en pie junto a la columna, a la entrada, y a los jefes y las trompetas junto al rey, a todo el pueblo de la tierra, lleno de alegría, que tocaba las trompetas, y a los cantores que, con instrumentos de música, dirigían los cánticos de alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!» (II Crónicas 23, 13)

  • Cuando el rey oyó las palabras de la Ley, rasgó sus vestidos, (II Crónicas 34, 19)

  • Porque tu corazón se ha conmovido y te has humillado delante de Dios al oír sus palabras contra este lugar y sus habitantes, y porque te has humillado ante mí, has rasgado tus vestidos y has llorado ante mí, por eso yo, a mi vez, he oído, oráculo de Yahveh. (II Crónicas 34, 27)

  • El día veinticuatro de aquel mismo mes, se congregaron los israelitas para ayunar, vestidos de sayal y la cabeza cubierta de polvo. (Nehemías 9, 1)

  • Cuarenta años los sustentaste en el desierto, y nada les faltó: ni sus vestidos se gastaron ni se hincharon sus pies. (Nehemías 9, 21)

  • «Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Haz limosna de todo cuanto te sobra; y no tenga rencilla tu ojo cuando hagas limosna. (Tobías 4, 16)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina