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Hizo desaparecer de todas las ciudades de Judá los santuarios de las colinas y los cipos del culto solar. El reino disfrutó de tranquilidad durante sus días. (II Crónicas 14, 4)
Con estas palabras del profeta Azarías, hijo de Oded, Asá se sintió fortalecido e hizo desaparecer los ídolos de toda la tierra de Judá y de Benjamín y de las ciudades que había conquistado en la montaña de Efraín; restauró de nuevo el altar del Señor, que estaba delante del vestíbulo del Señor. (II Crónicas 15, 8)
Podrán agotarse las aguas de los mares, secarse los ríos y desaparecer; (Job 14, 11)
Arrancó y aniquiló a algunos, e hizo desaparecer hasta su memoria de la tierra. (Eclesiástico 10, 17)
Haré desaparecer de entre ellos los gritos de alegría y algazara, el canto del esposo y de la esposa, el ruido del molino y la luz de la lámpara. (Jeremías 25, 10)
Así esta ciudad se ha hecho el blanco de mi furor y de mi indignación desde el día en que se fundó hasta el día de hoy, y tendré que venir a hacerla desaparecer de mi vista (Jeremías 32, 31)
haré desaparecer de las ciudades de Judá y de Jerusalén el canto de alegría y de alborozo, el canto del esposo y de la esposa, y todo el país quedará hecho un desierto, sin habitantes". (Baruc 2, 23)
Haré desaparecer de en medio de ti tus ídolos y tus estelas, y no adorarás más la obra de tus manos. (Miqueas 5, 12)
En aquel día, palabra del Señor todopoderoso, extirparé de la tierra los nombres de los ídolos, y no se acordarán más de ellos; también haré desaparecer de la tierra los profetas y el espíritu de impureza. (Zacarías 13, 2)
Entonces se manifestará el hombre de la iniquidad, a quien Jesús, el Señor, hará desaparecer con el soplo de su boca y aniquilará con el resplandor de su venida. (II Tesalonicenses 2, 8)
Al hablar de alianza "nueva", Dios ha declarado anticuada la primera. Ahora bien, lo que es viejo y anticuado está a punto de desaparecer. (Hebreos 8, 13)
sabed que el que hace volver a un pecador de su camino equivocado le salva de la muerte y hace desaparecer una multitud de pecados. (Santiago 5, 20)