Gefunden 72 Ergebnisse für: Personas

  • Quitó todo lo que sabía a pagano, estableció allí personas que observaban la ley, la fortificó y construyó una residencia para él. (I Macabeos 13, 48)

  • Los judíos, fiados en un documento respaldado por todos los ciudadanos, aceptaron, pues querían la paz a todo trance, sin sospechar mal alguno. Pero, cuando estuvieron en alta mar, los hundieron. Serían como doscientas personas. (II Macabeos 12, 4)

  • También éstas son palabras de los sabios: Tener acepción de personas en el juicio no está bien. (Proverbios 24, 23)

  • El holgazán se imagina que es sabio, más que siete personas que responden con tino. (Proverbios 26, 16)

  • No es bueno tener acepción de personas, por un bocado de pan el hombre peca. (Proverbios 28, 21)

  • Tres clases de personas odia mi alma, y me indignan sobremanera: pobre soberbio, rico embustero y viejo adúltero y necio. (Eclesiástico 25, 2)

  • Porque el Señor es juez, y no hay ante él acepción de personas. (Eclesiástico 35, 12)

  • No hará acepción de personas contra el pobre, pero escuchará la súplica del oprimido. (Eclesiástico 35, 13)

  • hombres, mujeres y niños, las princesas reales y cuantas personas había dejado Nebuzardán, jefe de la escolta, con Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán; también se llevaron al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías, (Jeremías 43, 6)

  • el año dieciocho de Nabucodonosor fueron deportados de Jerusalén ochocientas treinta y dos personas; (Jeremías 52, 29)

  • el año veintitrés de Nabucodonosor, Nebuzardán, jefe de la escolta, deportó setecientos cuarenta y cinco judíos. En total: cuatro mil seiscientas personas. (Jeremías 52, 30)

  • No le apoyará el Faraón en la guerra con grandes fuerzas ni muchos hombres cuando se levanten terraplenes y se construyan baluartes de asedio para exterminar a muchas personas. (Ezequiel 17, 17)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina