Gefunden 795 Ergebnisse für: Red

  • Y sin duda alguna es grande el misterio de nuestra religión: "Que se ha manifestado como hombre, ha sido acreditado por el Espíritu, se ha mostrado a los ángeles, ha sido anunciado a las naciones, creído en el mundo, elevado a la gloria". (I Timoteo 3, 16)

  • Esta doctrina es digna de crédito y debe aceptarse sin reservas. (I Timoteo 4, 9)

  • El que no se preocupa de los suyos, y especialmente de los de su casa, ha renegado de su fe y es peor que un incrédulo. (I Timoteo 5, 8)

  • y estar acreditada por sus buenas obras, tales como haber educado bien a sus hijos, haber ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los creyentes, haber socorrido a los atribulados, haber practicado toda clase de obra buena. (I Timoteo 5, 10)

  • Los presbíteros que cumplen bien su misión son merecedores de una doble remuneración, especialmente los que se ocupan de la predicación y la enseñanza. (I Timoteo 5, 17)

  • Ningún soldado se enreda en asuntos de la vida civil si quiere complacer al que lo alistó en el ejército. (II Timoteo 2, 4)

  • Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, del linaje de David, según el evangelio que predico, (II Timoteo 2, 8)

  • Esta doctrina es digna de crédito: si morimos con él, también viviremos con él; (II Timoteo 2, 11)

  • Esfuérzate por presentarte ante Dios como un hombre probado, como un obrero que no tiene de qué ruborizarse, como fiel predicador de la palabra divina. (II Timoteo 2, 15)

  • predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, corrige, exhorta con toda paciencia y con preparación doctrinal. (II Timoteo 4, 2)

  • Pero tú estate siempre alerta, soporta con paciencia los sufrimientos, predica el evangelio, cumple bien con tu trabajo. (II Timoteo 4, 5)

  • y ahora, a su debido tiempo, ha manifestado su palabra mediante la predicación que me ha sido confiada por disposición de Dios, nuestro Salvador: (Tito 1, 3)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina