Gefunden 39 Ergebnisse für: Salario

  • ¿Por qué gastáis vuestro dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no llena? Escuchadme bien, y comeréis cosas buenas; y os deleitaréis con manjares exquisitos. (Isaías 55, 2)

  • ¡Ay de aquel que edifica su casa con injusticias y sus pisos contra todo derecho; del que hace trabajar a su prójimo de balde, sin pagarle su salario; (Jeremías 22, 13)

  • Prenderán fuego a tus casas, ejecutarán la sentencia contra ti a la vista de otras muchas mujeres y haré que dejes de prostituirte y no vuelvas a dar salario de prostituta. (Ezequiel 16, 41)

  • No te alegres, Israel, no te regocijes como los gentiles, pues tú te has prostituido abandonando a tu Dios; has amado el salario de la prostitución en todas las eras de grano. (Oseas 9, 1)

  • Todos sus ídolos serán despedazados, todos sus salarios de prostitución quemados al fuego, todos sus ídolos los dejaré deshechos; han sido amasados con salario de prostituta, y en salario de prostituta se convertirán. (Miqueas 1, 7)

  • Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: "¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!". (Miqueas 3, 11)

  • Porque antes de estos días no había salario para el hombre, los animales no pillaban nada, no había seguridad de movimientos para nadie de cara al agresor. Yo mismo había enzarzado a los hombres unos contra otros. (Zacarías 8, 10)

  • Después les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y me pagaron treinta monedas de plata. (Zacarías 11, 12)

  • ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzados, ni bastón, porque el obrero merece su salario. (Mateo 10, 10)

  • Quedaos en esa casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero tiene derecho a su salario. No andéis de casa en casa. (Lucas 10, 7)

  • El segador cobra el salario y recoge el fruto para la vida eterna. Así se alegra tanto el que siega como el que siembra. (Juan 4, 36)

  • Porque el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Romanos 6, 23)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina