Gefunden 40 Ergebnisse für: Santas

  • El servicio de los descendientes de Quehat en la tienda de la reunión será cuidar de las cosas más santas. (Números 4, 4)

  • Haced lo posible para que vivan y no mueran acercándose a las cosas santas; sean Aarón y sus hijos los que entren para designar a cada uno su servicio y su cargo. (Números 4, 19)

  • Ellos, que no entren ni siquiera para ver un solo instante las cosas santas, no sea que mueran". (Números 4, 20)

  • No dio ninguno a los hijos de Quehat, porque éstos estaban al servicio de las cosas santas y debían llevarlas sobre los hombros. (Números 7, 9)

  • Os alimentaréis de cosas consagradas. Todo varón podrá comer de ellas. Serán para ti cosas santas. (Números 18, 10)

  • No aceptarás rescate por los primogénitos de las vacas, ovejas y cabras. Éstas son cosas santas; verterás su sangre sobre el altar, quemarás las grasas como ofrenda quemada de olor agradable al Señor, (Números 18, 17)

  • Hijos de Amrán: Aarón y Moisés. Aarón fue elegido, con sus hijos, para servir perpetuamente en las cosas más santas: ofrecer el incienso delante del Señor, darle culto y bendecir en su nombre eternamente. (I Crónicas 23, 13)

  • Su obligación era estar a las órdenes de los hijos de Aarón en el servicio del templo del Señor en lo referente a los atrios, las cámaras, limpieza de las cosas santas y de los demás oficios del templo del Señor. (I Crónicas 23, 28)

  • Este Selomit y sus hermanos fueron constituidos superintendentes de todos los depósitos de cosas santas consagradas por David y por los jefes de familias en calidad de jefes de millares, de centurias y jefes del ejército, (I Crónicas 26, 26)

  • Atalía y sus hijos, pervertidos por ella, han deteriorado el templo de Dios, e incluso han dedicado a los baales todas las santas reservas del templo del Señor". (II Crónicas 24, 7)

  • Los de Israel y los de Judá, que vivían en otras ciudades de Judá, entregaron también la décima parte del ganado mayor y menor y de las cosas santas consagradas al Señor, su Dios: lo entregaron y lo distribuyeron por montones. (II Crónicas 31, 6)

  • Contigo el poderío el día de tu nacimiento; en las montañas santas, como el rocío, te he engendrado en el seno de la aurora. (Salmos 110, 3)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina