Gefunden 351 Ergebnisse für: bajó

  • Tres mil hombres de Judá fueron a la cueva de Etán para decir a Sansón: "¿No sabes que estamos bajo el dominio de los filisteos? ¿Qué es lo que has hecho?". Él les respondió: "Los he tratado como ellos me trataron a mí". (Jueces 15, 11)

  • El sacerdote les respondió: "Id en paz; el viaje que hacéis está bajo los auspicios del Señor". (Jueces 18, 6)

  • Que el Señor pague tu acción y que tu recompensa sea grande ante el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte". (Rut 2, 12)

  • Saúl estaba en Guibeá, sentado bajo el tamarindo; tenía su lanza en la mano y todos sus servidores le rodeaban, cuando le anunciaron que David y sus hombres habían sido vistos. (I Samuel 22, 6)

  • Quédate conmigo; no temas, porque quien atente contra tu vida, atenta contra la mía. Tú estás bajo mi custodia". (I Samuel 22, 23)

  • Abiatar, hijo de Ajimélec, que se había refugiado junto a David, bajó a Queilá llevando consigo el efod. (I Samuel 23, 6)

  • Saúl y sus hombres fueron en su busca; pero David, informado de ello, bajó al macizo rocoso que hay en el desierto de Maón. Saúl lo supo, y persiguió a David en el desierto de Maón. (I Samuel 23, 25)

  • Cuando Abigaíl vio a David, bajó rápidamente del asno y se postró ante él rostro en tierra. (I Samuel 25, 23)

  • Después sepultaron sus restos bajo el terebinto de Yabés y ayunaron durante siete días. (I Samuel 31, 13)

  • Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, porque habían caído bajo la espada. (II Samuel 1, 12)

  • Que caiga sobre la cabeza de Joab y de toda su familia y que no falte nunca en la casa de Joab quien padezca gonorrea o lepra, hombres que anden con bastón, que caigan bajo la espada o que pasen hambre". (II Samuel 3, 29)

  • dijo al profeta Natán: "Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el arca del Señor está bajo una tienda". (II Samuel 7, 2)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina