Gefunden 650 Ergebnisse für: batalla en el cielo

  • Desde el cielo te habló para enseñarte, y sobre la tierra te ha hecho ver su gran fuego y, de en medio del fuego, has oído sus palabras. (Deuteronomio 4, 36)

  • ¡Escucha, Israel! Estás a punto de cruzar el Jordán para ir a la conquista de naciones más numerosas y más fuertes que tú; de grandes ciudades, cuyas murallas se levantan hasta el cielo. (Deuteronomio 9, 1)

  • Tus padres bajaron a Egipto en número de 70 personas, y ahora el Señor, tu Dios, te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 10, 22)

  • La tierra en que vais a entrar para poseerla es una tierra de montes y de valles, que riega la lluvia del cielo. (Deuteronomio 11, 11)

  • diciendo: ¡Escucha, Israel! Hoy mismo vais a dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, no tembléis ni os asustéis ante ellos, (Deuteronomio 20, 3)

  • Por eso, cuando el Señor, tu Dios, te haya puesto a seguro de todos tus enemigos que te rodean, en la tierra que está para darte en heredad, borrarás el recuerdo de Amalec de debajo del cielo. No lo olvides. (Deuteronomio 25, 19)

  • El cielo que está sobre ti será de bronce, y la tierra que pisan tus pies será de hierro. (Deuteronomio 28, 23)

  • El Señor enviará lluvia sobre tu tierra; pero lluvia de arena y de polvo, que caerán del cielo sobre ti hasta que seas aniquilado. (Deuteronomio 28, 24)

  • Tu cadáver será pasto de las aves del cielo y de todas las bestias de la tierra, sin que nadie las espante. (Deuteronomio 28, 26)

  • Quedaréis muy pocos, vosotros que erais numerosos como las estrellas del cielo, por no haber obedecido al Señor, tu Dios. (Deuteronomio 28, 62)

  • Aunque tus desterrados estuvieran en el confín del cielo, de allí iría a buscarte (Deuteronomio 30, 4)

  • Yo pongo hoy por testigos al cielo y la tierra; pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que vivas tú y tu descendencia, (Deuteronomio 30, 19)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina