Gefunden 190 Ergebnisse für: caminos

  • Siguió los caminos de su padre y adoró a los ídolos que había adorado su padre. (II Reyes 21, 21)

  • Abandonó al Señor, Dios de sus padres, y no siguió sus caminos. (II Reyes 21, 22)

  • Hizo lo que es justo a los ojos del Señor y anduvo por los caminos de su padre David, sin apartarse a derecha ni a izquierda. (II Reyes 22, 2)

  • "Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti ni en el cielo ni en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón. (II Crónicas 6, 14)

  • Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también lo que prometiste a tu siervo David, mi padre: No te faltará nunca en mi presencia un varón que se siente sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos se porten bien y sigan tus caminos, como lo has hecho tú. (II Crónicas 6, 16)

  • así te respetarán y seguirán tus caminos, mientras vivan en la tierra que diste a nuestros padres. (II Crónicas 6, 31)

  • si este mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, reza, busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra. (II Crónicas 7, 14)

  • El Señor estuvo con Josafat porque siguió los caminos de su padre en la primera parte de su vida y no se dio a los baales, (II Crónicas 17, 3)

  • Siguió con orgullo los caminos del Señor, y quitó de nuevo de Judá las colinas y las imágenes de Aserá. (II Crónicas 17, 6)

  • Hizo lo que es justo a los ojos del Señor y siguió los caminos de su padre David, sin apartarse a derecha ni a izquierda. (II Crónicas 34, 2)

  • Yo, Tobit, he seguido los caminos de la verdad y de la justicia todos los días de mi vida, dando muchas limosnas a mis hermanos de raza que fueron deportados conmigo a Nínive, en Asiria. (Tobías 1, 3)

  • "¡Justo eres, Señor, y justas son tus obras; la misericordia y la verdad son tus caminos, y tú eres el juez del mundo! (Tobías 3, 2)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina