Gefunden 235 Ergebnisse für: confesión de pecados
Con el progreso de tu tráfico te llenaste de violencia y pecados, y yo te he arrojado del monte de Dios y te he exterminado, oh querubín protector, de entre las brasas ardientes. (Ezequiel 28, 16)
Hijo de hombre, di también a la casa de Israel: Así andáis diciendo vosotros: Nuestros delitos y nuestros pecados pesan sobre nosotros y por causa de ellos nos consumimos poco a poco. ¿Cómo podríamos vivir? (Ezequiel 33, 10)
Y si digo al injusto: ¡Morirás!, y él se convierte de sus pecados y practica la justicia y el derecho, (Ezequiel 33, 14)
Los traté según sus inmundicias y sus pecados; por esto, les volví la espalda. (Ezequiel 39, 24)
También los levitas, que se alejaron de mí cuando Israel me abandonó para ir en pos de sus ídolos, cargarán con el peso de sus pecados. (Ezequiel 44, 10)
Tú has ejecutado sentencias justas en todos los males que nos has mandado a nosotros y a la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén; pues tú nos has tratado así conforme a la verdad y la justicia, a causa de nuestros pecados. (Daniel 3, 28)
¡Oh Señor! Somos el más pequeño de los pueblos y estamos humillados en toda la tierra por causa de nuestros pecados. (Daniel 3, 37)
Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: Redime tus pecados mediante la justicia, y tu iniquidad con la misericordia para con los pobres. Tal vez así lograrás alargar tu prosperidad". (Daniel 4, 24)
Rogué al Señor, mi Dios, e hice esta confesión: "¡Señor, Dios grande y terrible, que mantienes el pacto y la fidelidad a quienes te aman y guardan tus mandamientos! (Daniel 9, 4)
Este desastre nos ha sobrevenido tal y como está escrito en la ley de Moisés; pero nosotros no hemos tratado de aplacar la ira del Señor, nuestro Dios, convirtiéndonos de nuestros pecados y dando oídos a tu verdad. (Daniel 9, 13)
Señor, movido por tu misma justicia, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, que es tu ciudad, tu santo monte; pues a causa de nuestros pecados y de las injusticias de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo se han hecho el escarnio de todas las gentes circundantes. (Daniel 9, 16)
Todavía estaba yo hablando, rezando y confesando mis pecados y los pecados de mi pueblo Israel y derramando mi súplica ante el Señor, mi Dios, por el santo monte de mi Dios; (Daniel 9, 20)