Gefunden 162 Ergebnisse für: cuarenta

  • Los judíos replicaron: "Cuarenta y seis años se tardó en construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?". (Juan 2, 20)

  • Después de su pasión se presentó a ellos, dándoles muchas pruebas evidentes de que estaba vivo: se apareció durante cuarenta días y les habló de las cosas del reino de Dios. (Hechos 1, 3)

  • pues el hombre milagrosamente curado era de más de cuarenta años. (Hechos 4, 22)

  • Cuando cumplió cuarenta años, se propuso visitar a sus hermanos, los israelitas. (Hechos 7, 23)

  • Cuarenta años después, se le apareció en el desierto del monte Sinaí un ángel en la llama de una zarza ardiente. (Hechos 7, 30)

  • Él fue quien los sacó, obrando prodigios y milagros en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años. (Hechos 7, 36)

  • Dios, entonces, les volvió las espaldas y los entregó al culto de los astros, como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto durante cuarenta años, casa de Israel? (Hechos 7, 42)

  • Por espacio de cuarenta años los asistió en el desierto, (Hechos 13, 18)

  • Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que reinó durante cuarenta años. (Hechos 13, 21)

  • Eran más de cuarenta los que hicieron tal conjuración. (Hechos 23, 13)

  • Tú no lo creas, porque más de cuarenta hombres de entre ellos le van a tender una emboscada, y se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado; y ahora están preparados, esperando tan sólo tu respuesta". (Hechos 23, 21)

  • cuando vuestros padres me desafiaron y me pusieron a prueba, aunque habían visto mis obras durante cuarenta años. (Hebreos 3, 9)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina