Gefunden 13 Ergebnisse für: dedicación

  • Los jefes hicieron su ofrenda por la dedicación del altar el día de su unción y la presentaron ante el altar. (Números 7, 10)

  • El Señor dijo a Moisés: "Estos jefes presentarán su ofrenda por la dedicación del altar, uno cada día". (Números 7, 11)

  • Salomón inmoló, como sacrificio de reconciliación ofrecido al Señor, veintidós mil toros y ciento veinte mil ovejas. De esta manera, el rey y todos los israelitas celebraron la dedicación del templo del Señor. (I Reyes 8, 63)

  • El rey Salomón inmoló 22.000 toros y 120.000 ovejas; de esta manera el rey y el pueblo celebraron la dedicación del templo de Dios. (II Crónicas 7, 5)

  • El octavo día celebraron asamblea solemne, pues la dedicación del altar había durado siete días, y luego otros siete días de fiesta. (II Crónicas 7, 9)

  • Los israelitas, sacerdotes, levitas y demás repatriados celebraron con júbilo la dedicación del templo de Dios. (Esdras 6, 16)

  • Ofrecieron para la dedicación de este templo de Dios cien novillos, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y, como sacrificio por el pecado de todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel. (Esdras 6, 17)

  • Salmo de David. Canción para la dedicación del templo (Salmos 30, 1)

  • y celebraron con alegría la dedicación del altar, ofreciendo durante ocho días holocaustos y sacrificios de acción de gracias. (I Macabeos 4, 56)

  • Judas, sus hermanos y toda la asamblea de Israel acordaron festejar con alegría la dedicación del altar cada año, a su tiempo, durante ocho días, a partir del 25 de quisleu. (I Macabeos 4, 59)

  • Se dice también allí que, lleno de sabiduría, ofreció el sacrificio de la dedicación y la terminación del templo. (II Macabeos 2, 9)

  • La historia de Judas Macabeo y de sus hermanos, la purificación del templo glorioso y la dedicación del altar, (II Macabeos 2, 19)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina