Gefunden 50 Ergebnisse für: escapar

  • Cuando el Macabeo se enteró, reunió a los jefes del pueblo y los recriminó por haber dejado escapar libres a los enemigos de sus hermanos, traicionando a éstos por dinero. (II Macabeos 10, 21)

  • Un tal Dositeo, de Bacenor, valiente caballero, agarró a Gorgias por el manto y tiraba de él con fuerza para apoderarse de aquel criminal vivo. Un caballero tracio que lo vio, se lanzó contra Dositeo y le cortó el brazo, y así Gorgias pudo escapar y refugiarse en Maresá. (II Macabeos 12, 35)

  • La enseñanza del sabio es fuente de vida para escapar de los lazos de la muerte. (Proverbios 13, 14)

  • El temor del Señor es fuente de vida para escapar a los lazos de la muere. (Proverbios 14, 27)

  • Por eso el que diga palabras injustas no pasará desapercibido, ni la justicia vengadora lo dejará escapar. (Sabiduría 1, 8)

  • Es imposible escapar de tu mano. c) Los fenómenos meteorológicos. (Sabiduría 16, 15)

  • Rastréala y búscala; ella se te manifestará; y, una vez agarrada, no la dejes escapar. (Eclesiástico 6, 27)

  • Aunque los persigas, no los alcanzarás; y aunque huyas, no podrás escapar de ellos. Hay quien trabaja, se fatiga y corre, y con todo queda más atrás. (Eclesiástico 11, 11)

  • No deja escapar al malvado con su rapiña, ni frustra la paciencia del justo. (Eclesiástico 16, 13)

  • Y como quien dejó escapar el pájaro de su mano, así perdiste a tu prójimo y no le recobrarás más. (Eclesiástico 27, 19)

  • Que tu fuego vengador devore al que intenta escapar, y los opresores de tu pueblo encuentren la destrucción. (Eclesiástico 36, 8)

  • Los habitantes de estas costas dirán aquel día: Mirad en lo que han parado aquellos en quienes confiábamos y a quienes acudíamos para que nos socorriesen y nos librasen del rey de Asiria. ¿Cómo podremos escapar nosotros?". (Isaías 20, 6)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina