Gefunden 367 Ergebnisse für: hija de Absalón

  • Y tú, Torre del Rebaño, Fortaleza de la hija de Sión, a ti vendrá el antiguo poder, el reino de la hija de Jerusalén. (Miqueas 4, 8)

  • Retuércete de dolor y gime, hija de Sión, como mujer en parto, porque ahora saldrás de la ciudad; irás a vivir en el campo, llegarás hasta Babilonia y allí serás salvada de la mano de tus enemigos. (Miqueas 4, 10)

  • Levántate y trilla, hija de Sión. Yo haré tus cuernos de hierro y de bronce tus pezuñas; triturarás a numerosos pueblos, consagrarás su botín al Señor, y sus riquezas al dueño de toda la tierra. (Miqueas 4, 13)

  • Y ahora prepara tu defensa, hija guerrera; nos cercan con trincheras, con vara hieren la mejilla del juez de Israel. (Miqueas 4, 14)

  • Porque el hijo insulta al padre, la hija se alza contra su madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son sus mismos familiares. (Miqueas 7, 6)

  • ¡Canta himnos, hija de Sión, alégrate, Israel, regocíjate y goza de todo corazón, hija de Jerusalén! (Sofonías 3, 14)

  • Canta y alégrate, hija de Sión, porque yo vengo a habitar en medio de ti, palabra del Señor. (Zacarías 2, 14)

  • Salta de júbilo, hija de Sión; alégrate, hija de Jerusalén, porque tu rey viene a ti: justo y victorioso, humilde y montado en un asno, joven cría de una asna. (Zacarías 9, 9)

  • Judá ha cometido una traición; en Israel y en Jerusalén se cometen acciones horribles. Judá ha profanado el santuario querido del Señor al casarse con la hija de un dios extranjero. (Malaquías 2, 11)

  • Les estaba hablando así, cuando llegó un personaje importante, se echó a sus pies y le dijo: "Mi hija acaba de morir; pero anda, pon tu mano sobre ella y vivirá". (Mateo 9, 18)

  • Jesús se volvió y, al verla, le dijo: "Ánimo, hija, tu fe te ha curado". Y la mujer quedó curada desde aquel momento. (Mateo 9, 22)

  • Porque he venido a poner al hijo en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, a la nuera en contra de su suegra. (Mateo 10, 35)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina