Gefunden 596 Ergebnisse für: huida a Egipto

  • Dios le dijo: "Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, adoraréis a Dios sobre este monte". (Exodo 3, 12)

  • "Anda, reúne a los ancianos de Israel y diles: El Señor, Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me ha aparecido y me ha dicho: Os he visitado y he visto lo que se os hace en Egipto. (Exodo 3, 16)

  • He determinado sacaros de la opresión de Egipto a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del heveo y del jebuseo; tierra que mana leche y miel. (Exodo 3, 17)

  • Ellos escucharán tu voz. Tú con los ancianos de Israel irás al rey de Egipto y le diréis: El Señor, Dios de los hebreos, se nos ha aparecido; déjanos ir a tres días de camino por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. (Exodo 3, 18)

  • Yo sé bien que el rey de Egipto no os dejará ir a no ser a la fuerza. (Exodo 3, 19)

  • Pero yo extenderé mi mano y castigaré a Egipto con todos mis prodigios, que haré en medio de ellos; después de lo cual, os dejará salir. (Exodo 3, 20)

  • Moisés volvió a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: "Déjame marchar y volver a mis hermanos, que están en Egipto, para ver si todavía están vivos". Jetró le dijo: "Vete en paz". (Exodo 4, 18)

  • El Señor había dicho a Moisés en Madián: "Anda, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que querían matarte". (Exodo 4, 19)

  • Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en un asno y se fue a Egipto, llevando en su mano el bastón de Dios. (Exodo 4, 20)

  • El Señor le dijo: "En el camino hacia Egipto recuerda los prodigios que he puesto en tu mano y que tienes que hacer delante del Faraón. Yo endureceré su corazón de modo que no dejará salir al pueblo. (Exodo 4, 21)

  • Pero el rey de Egipto les dijo: "¿Por qué, Moisés y Aarón, revolucionáis al pueblo en sus trabajos? Id a vuestras obligaciones". (Exodo 5, 4)

  • El pueblo, entonces, se dispersó por todo Egipto en busca de paja. (Exodo 5, 12)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina