Gefunden 427 Ergebnisse für: jacob y la bendición

  • Escuchad y testificad contra la casa de Jacob, dice el Señor, Dios todopoderoso. (Amós 3, 13)

  • El Señor Dios ha jurado por sí mismo, palabra del Señor, Dios omnipotente: Yo detesto la soberbia de Jacob y odio sus palacios; entregaré la ciudad y cuanto hay en ella; (Amós 6, 8)

  • Terminaban ellas de comer la hierba de la tierra, cuando yo dije: "¡Señor Dios, perdona, te ruego! ¿Cómo podrá subsistir Jacob, siendo tan pequeño?". (Amós 7, 2)

  • Y dije: "Señor Dios, cesa, por favor. ¿Cómo podrá subsistir Jacob, siendo tan pequeño?". (Amós 7, 5)

  • El Señor lo ha jurado por el orgullo de Jacob: Jamás me olvidaré de ninguna de vuestras obras. (Amós 8, 7)

  • Los ojos del Señor Dios están sobre el reino pecador, y lo aniquilaré sobre la superficie de la tierra; sin embargo, no exterminaré completamente a la casa de Jacob, dice el Señor. (Amós 9, 8)

  • Por las matanzas, por las injusticias cometidas contra tu hermano Jacob, quedarás cubierto de vergüenza y serás exterminado para siempre. (Abdías 1, 10)

  • Pero en el monte Sión se refugiarán los supervivientes -y será un lugar santo-, y la casa de Jacob recobrará todos sus dominios. (Abdías 1, 17)

  • Las gentes de Jacob serán fuego, las de José una llama, y los de Esaú paja, que será devorada por el fuego y la llama. No quedará un superviviente de Esaú. El Señor lo ha dicho. (Abdías 1, 18)

  • Todo esto por la rebeldía de Jacob, por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebeldía de Jacob? ¿No es acaso Samaría? ¿Cuál es el pecado de Judá? ¿No es acaso Jerusalén? (Miqueas 1, 5)

  • ¿Es que será maldita la casa de Jacob? ¿Es que se ha terminado la paciencia del Señor? ¿Así es como él se comporta? ¿No son sus palabras benignas para el que practica la justicia?". (Miqueas 2, 7)

  • Yo te reuniré, Jacob, todo entero, reuniré el resto de Israel; los reuniré como rebaño en el aprisco, como rebaño en la pradera, y no tendrán miedo de nadie. (Miqueas 2, 12)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina