Gefunden 101 Ergebnisse für: juicio divino

  • Pero os digo que el día del juicio habrá más tolerancia para Sodoma que para ti". (Mateo 11, 24)

  • Y yo os digo que de toda palabra ociosa que digan los hombres darán cuenta el día del juicio. (Mateo 12, 36)

  • Los hombres de Nínive se levantarán en el día del juicio con esta generación y la condenarán, porque se arrepintieron por la predicación de Jonás; y aquí hay algo que es más que Jonás. (Mateo 12, 41)

  • La reina del sur se levantará en el día del juicio con esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón; y aquí hay algo que es más que Salomón. (Mateo 12, 42)

  • Al llegar a Jesús y ver sentado, vestido y en su sano juicio al endemoniado que había tenido la legión, se llenaron de miedo. (Marcos 5, 15)

  • La gente fue a ver qué había sucedido y, al llegar, encontraron al hombre del que habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su sano juicio; y se llenaron de miedo. (Lucas 8, 35)

  • Yo os digo que en el día del juicio habrá más tolerancia para Sodoma que para ese pueblo". (Lucas 10, 12)

  • En el día del juicio habrá más tolerancia para Tiro y Sidón que para vosotras. (Lucas 10, 14)

  • La reina del Sur se levantará en el día del juicio con los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra a escuchar la sabiduría de Salomón, ¡y aquí hay algo que es más que Salomón! (Lucas 11, 31)

  • Los hombres de Nínive se levantarán en el día del juicio con esta generación y la condenarán, porque se arrepintieron por la predicación de Jonás, ¡y aquí hay algo que es más que Jonás!" (Lucas 11, 32)

  • Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Yo juzgo como me ordena el Padre, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. (Juan 5, 30)

  • Y si juzgo, mi juicio es válido, porque no estoy solo, pues el Padre que me envió está conmigo. (Juan 8, 16)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina