Gefunden 606 Ergebnisse für: plagas de Egipto

  • Ni renegó de sus prostituciones de Egipto, donde se habían acostado con ella, en su juventud, acariciando sus pechos virginales y derramando en ella su impureza. (Ezequiel 23, 8)

  • Ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud, cuando se prostituía en Egipto (Ezequiel 23, 19)

  • Yo pondré fin a tu sensualidad y a las prostituciones comenzadas en Egipto. No levantarás más tus ojos hacia ellos, ni te volverás a acordar de Egipto. (Ezequiel 23, 27)

  • tu vela de lino recamado, importado de Egipto, que te servía de enseña; púrpura y escarlata de las islas de Elisá formaban tu cabina. (Ezequiel 27, 7)

  • "Hijo de hombre, vuelve tu rostro contra el Faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. (Ezequiel 29, 2)

  • Diles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de tus ríos, tú que has dicho: Mis Nilos son míos, yo me los he hecho. (Ezequiel 29, 3)

  • para que sepan todos los habitantes de Egipto que yo soy el Señor. Porque has sido un báculo de caña para la casa de Israel; (Ezequiel 29, 6)

  • La tierra de Egipto quedará desolada y desierta, y sabrán que yo soy el Señor. Por haber dicho: El Nilo es mío, yo lo he hecho, (Ezequiel 29, 9)

  • yo me declaro contra ti y contra tus Nilos. Haré de Egipto un desierto desolado, desde Migdol a Siene y hasta la frontera de Etiopía. (Ezequiel 29, 10)

  • Haré de Egipto un país desolado entre tierras desiertas, y sus ciudades serán una desolación entre ciudades destruidas, durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los países. (Ezequiel 29, 12)

  • Porque esto dice el Señor Dios: Al cabo de cuarenta años recogeré de nuevo a Egipto de entre los pueblos en los que lo había dispersado; (Ezequiel 29, 13)

  • haré regresar a los cautivos de Egipto y los volveré a la tierra de Patrós, a su país de origen, donde formarán un reino humilde. (Ezequiel 29, 14)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina