Gefunden 280 Ergebnisse für: presencia divina

  • Degolló a sus hijos en su presencia, y a él le sacó los ojos y lo llevó encadenado a Babilonia. (II Reyes 25, 7)

  • En su presencia, esplendor y majestad; en su santuario, poder y alegría. (I Crónicas 16, 27)

  • dad gloria al nombre del Señor. Traed ofrendas y entrad en su presencia, adorad al Señor en el atrio sagrado. (I Crónicas 16, 29)

  • Temblad en su presencia los de la tierra entera. El Señor fijó el orbe y no se moverá. (I Crónicas 16, 30)

  • Alégrense árboles y selvas en presencia del Señor, que viene a juzgar la tierra. (I Crónicas 16, 33)

  • Que tu nombre sea siempre engrandecido y que digan: El Señor todopoderoso es el Dios de Israel. Que la casa de David, tu siervo, sea estable en tu presencia, (I Crónicas 17, 24)

  • bendice la casa de tu siervo para que subsista eternamente en tu presencia; porque aquel a quien tú bendices, será bendito para siempre". (I Crónicas 17, 27)

  • pero el Señor me dijo: Tú has derramado mucha sangre y has hecho muchas guerras. Tú no podrás edificar un templo a mi nombre, pues has derramado mucha sangre sobre la tierra en mi presencia. (I Crónicas 22, 8)

  • Semayas, hijo de Natanael, un escriba levita, los registró en presencia del rey, de los jefes, del sacerdote Sadoc, de Ajimélec, hijo de Abiatar, y de los jefes de familias de sacerdotes y levitas: se sacaban alternativamente por suerte dos familias de los hijos de Eleazar y una familia de los hijos de Itamar. (I Crónicas 24, 6)

  • También éstos, lo mismo que los hijos de Aarón, fueron clasificados por suerte en presencia del rey David, de Sadoc, de Ajimélec y de los jefes de familias sacerdotales y levíticas, sin distinción de ninguna clase. (I Crónicas 24, 31)

  • Comieron y bebieron aquel día con gran regocijo en presencia del Señor y proclamaron rey por segunda vez a Salomón, hijo de David, ungiéndolo como príncipe delante del Señor. Sadoc fue asimismo ungido sacerdote. (I Crónicas 29, 22)

  • Allí, en presencia de Dios, Salomón subió al altar de bronce, que estaba junto a la tienda de la reunión, y ofreció sobre él 1.000 holocaustos. (II Crónicas 1, 6)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina