Gefunden 888 Ergebnisse für: primer templo

  • y de un salto se puso en pie y echó a andar; y entró con ellos en el templo andando, saltando y alabando a Dios. (Hechos 3, 8)

  • Por vosotros, en primer lugar, Dios, después de haber resucitado a su Hijo, lo envió a bendeciros, para que os arrepintáis cada uno de vuestros pecados". (Hechos 3, 26)

  • Mientras hablaban al pueblo, se les presentaron los sacerdotes, el oficial del templo y los saduceos, (Hechos 4, 1)

  • "Id al templo y anunciad con valentía al pueblo todo lo referente a esta nueva vida". (Hechos 5, 20)

  • Obedecieron, entraron de madrugada en el templo y se pusieron a enseñar. Entretanto, el sumo sacerdote y sus partidarios convocaron al tribunal supremo y a todos los dirigentes de Israel, y mandaron a la cárcel a buscar a los apóstoles. (Hechos 5, 21)

  • Al oír esto, tanto el prefecto del templo como los sumos sacerdotes quedaron desconcertados, pensando qué habría sido de ellos. (Hechos 5, 24)

  • Llegó uno diciendo: "Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo". (Hechos 5, 25)

  • No dejaban un día de enseñar, en el templo y en las casas, y de anunciar la buena noticia de que Jesús es el mesías. (Hechos 5, 42)

  • y de allí a Filipos, ciudad del primer distrito de Macedonia, colonia romana, en la que permanecimos algunos días. (Hechos 16, 12)

  • No sólo hay peligro de que nuestra industria se desacredite, sino también de que sea tenido en nada el templo de la gran Diana y de que sea despojada de la majestad aquella a quien venera toda Asia y el orbe entero". (Hechos 19, 27)

  • El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan. Pablo, que iba a partir al día siguiente, estuvo hablando con ellos hasta medianoche. (Hechos 20, 7)

  • Cuando llegaron, les dijo: "Vosotros sabéis cómo me he portado con vosotros todo el tiempo desde el primer día que entré en Asia, (Hechos 20, 18)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina