Gefunden 192 Ergebnisse für: vasos de honor

  • ni les engañen; por el contrario, que sean modelo de fidelidad perfecta, para hacer honor en todo a la doctrina de Dios, nuestro Salvador. (Tito 2, 10)

  • Y nadie puede arrogarse este honor si no es llamado por Dios, como Aarón. (Hebreos 5, 4)

  • Que el matrimonio sea tenido en gran honor y el lecho conyugal esté sin mancha, porque Dios juzgará a los lujuriosos y a los adúlteros. (Hebreos 13, 4)

  • y vosotros volvéis vuestra mirada al que viste elegantemente y le decís: Tú, siéntate aquí, en el puesto de honor, y al pobre: Tú estáte de pie o siéntate aquí, a mis pies, (Santiago 2, 3)

  • para que la pureza de vuestra fe mucho más preciosa que el oro que aunque acrisolado por el fuego se corrompe aparezca digna de alabanza de gloria y de honor cuando tenga lugar la manifestación de Jesucristo, (I Pedro 1, 7)

  • Él recibió de Dios Padre el honor y la gloria cuando desde la excelsa gloria se le hizo llegar esta voz: Éste es mi Hijo querido, mi predilecto. (II Pedro 1, 17)

  • y las apacentará con vara de hierro, como se rompen los vasos de arcilla; (Apocalipsis 2, 27)

  • Cada vez que los cuatro seres vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que se sienta en el trono y que vive por los siglos de los siglos, (Apocalipsis 4, 9)

  • Señor, Dios nuestro, tú eres digno de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado todas las cosas, por tu voluntad existen y han sido creadas. (Apocalipsis 4, 11)

  • Oí que todas las criaturas del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar decían: Al que se sienta en el trono y al cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 5, 13)

  • Amén. La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 7, 12)

  • A ella llevarán la gloria y el honor de las naciones. (Apocalipsis 21, 26)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina