32. tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo; tus ojos se consumirán mirando todos los días hacia ellos, pero tus manos no podrán hacer nada.





“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina