Génesis, 26
5. en pago de que Abraham me obedeció y guardó mis observancias, mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones.»
5. en pago de que Abraham me obedeció y guardó mis observancias, mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones.»
Génesis 26 cuenta la historia de Isaac, hijo de Abraham, que enfrentó dificultades en su viaje debido al hambre en la tierra de Canaán. Tuvo que mudarse a la región de Gerar, donde Dios lo bendijo abundantemente, pero también enfrentó conflictos con los lugareños. A continuación hay cinco versículos relacionados con temas abordados en Génesis 26, excluyendo los versos de este capítulo:
Génesis 12:10: "Ahora había hambre en la tierra, y Abram descendió a Egipto a la peregrinación allí, porque el hambre era grande en la tierra". Este versículo habla sobre el hambre que Abraham también enfrentó, lo que lo llevó a mudarse temporalmente a Egipto. Isaac enfrentó una situación similar para generar.
Salmo 37:7: "Descanse en el Señor, y espere a él; no te irritas por el que prospera en su camino, por el hombre que se apodera de la astucia". Este versículo habla sobre la importancia de confiar en Dios y no preocuparse por las circunstancias externas, algo que Isaac ha hecho al confiar en la promesa divina de bendecirlo.
Mateo 5:44: "Pero yo te digo, amo a tus enemigos y rezo por qué te molesta". Este versículo habla sobre la actitud que Jesús espera de sus seguidores sobre enemigos y perseguidores. Isaac demostró esta actitud al buscar la paz con los habitantes de generar a pesar de los conflictos anteriores.
Hebreos 12:14: "Seguí la paz con todos, y la santificación, sin la cual nadie verá al Señor". Este versículo habla sobre la importancia de buscar la paz y la santidad en nuestras relaciones y actitudes. Isaac buscó la paz con los habitantes de generar, incluso tener que lidiar con los conflictos.
1 Pedro 5:7: "Al presentarle toda tu ansiedad, porque él te cuida". Este versículo habla sobre la importancia de confiar en Dios en todas las situaciones, algo que Isaac demostró confiar en la provisión divina durante el hambre y la bendición divina para generar.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina