32. Inmediatamente tomó consigo soldados y centuriones y bajó corriendo hacia ellos; y ellos al ver al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo.





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina