6. Nadie podrá entrar en la Casa de Yahveh fuera de los sacerdotes y los levitas que estén de servicio; éstos podrán entrar por estar consagrados, pero todo el pueblo tiene que guardar el precepto de Yahveh.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina