Isaías, 38
17. Entonces mi amargura se trocará en bienestar, pues tú preservaste mi alma de la fosa de la nada, porque te echaste a la espalda todos mis pecados.
17. Entonces mi amargura se trocará en bienestar, pues tú preservaste mi alma de la fosa de la nada, porque te echaste a la espalda todos mis pecados.
“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina