Levítico, 10

La Biblia de Jerusalén

1 Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron fuego en ellos y, tras echar incienso encima, ofrecieron ante Yahveh un fuego profano, que él no les había mandado.

2 Entonces salió de la presencia de Yahveh un fuego que los devoró, y murieron delante de Yahveh.

3 Moisés dijo entonces a Aarón: «Esto es lo que Yahveh ha declarado diciendo: Entre los cercanos a mí mostraré mi santidad. y ante la faz del pueblo manifestaré mi gloria.» Aarón no dijo nada.

4 Moisés llamó a Missael y a Elsafán, hijos de Uzziel, tío paterno de Aarón, y les dijo: «Acercaos, retirad a vuestros hermanos de delante del santuario y llevadlos fuera del campamento.»

5 Se acercaron y los llevaron en sus propias túnicas fuera del campamento, como Moisés había mandado.

6 Moisés dijo a Aarón y a sus hijos, Eleazar e Itamar: «No llevéis la cabeza desgreñada, ni rasguéis vuestros vestidos, para no morir, pues la ira de Yahveh recae sobre toda la comunidad. Vuestros hermanos, toda la casa de Israel, llorarán a los abrasados por el fuego de Yahveh.

7 No os apartéis de la entrada de la Tienda del Encuentro, no sea que muráis, pues tenéis sobre vosotros la unción de Yahveh.» Ellos obedecieron a la palabra de Moisés.

8 Yahveh habló a Aarón, diciendo:

9 «Cuando hayáis de entrar en la Tienda del Encuentro, no bebáis vino ni bebida que pueda embriagar, ni tú ni tus hijos, no sea que muráis. Decreto perpetuo es éste para vuestros descendientes,

10 para que podáis distinguir entre lo sagrado y lo profano, entre lo impuro y lo puro,

11 y enseñar a los israelitas todos los preceptos que Yahveh les ha dado por medio de Moisés.

12 Moisés dijo a Aarón y a Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban: «Tomad la oblación que queda de los manjares que se abrasan en honor de Yahveh y comedla sin levadura junto al altar, pues es cosa sacratísima.

13 La comeréis en lugar sagrado, por ser la porción tuya y la porción de tus hijos, de los manjares que se abrasan en honor de Yahveh, pues así me ha ordenado.

14 Tú, y contigo tus hijos y tus hijas, comeréis también en lugar puro el pecho mecido y la pierra reservada, porque os han sido dados como porción tuya y de tus hijos, de los sacrificios de comunión de los israelitas.

15 Ellos traerán la pierna reservada y el pecho mecido, además de las grasas que han de ser abrasadas para Yahveh como ofrenda mecida delante de Yahveh; serán la porción perpetua para ti y para tus hijos junto a ti, según ha mandado Yahveh.»

16 Moisés preguntó con interés acerca del macho cabrío del sacrificio por el pecado; pero he aquí que había sido ya quemado. Irritado contra Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado a Aarón, dijo:

17 «¿Por qué no comisteis en lugar sagrado la víctima del sacrificio por el pecado? Pues era cosa sacratísima que se os daba a vosotros para quitar la falta de la comunidad, haciendo expiación por ellos ante Yahveh.

18 Teníais que haberla comido en lugar sagrado según os había ordenado, porque su sangre no había sido llevada al interior del santuario.»

19 Respondió Aarón a Moisés: «Mira que ellos han presentado hoy su sacrificio por el pecado y su holocausto delante de Yahveh, y me ha sucedido esto; ¿si yo hubiera comido la víctima por el pecado, acaso hubiera sido esto grato a Yahveh?»

20 Cuando Moisés oyó esto, se dio por satisfecho.




Versículos relacionados com Levítico, 10:

Levítico 10 narra la muerte de los hijos de Aaron, Nadab y Abiú, por ofrecer fuego extraño ante el Señor. Dios da instrucciones de Aaron sobre cómo los sacerdotes deben comportarse ante Dios y las personas, incluida la forma en que deben lidiar con el vino y otras bebidas alcohólicas. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Levítico 10.

Levítico 16:1: "Y el Señor habló con Moisés, después de la muerte de los dos hijos de Aaron, cuando llegaron ante el Señor, y murieron". Este versículo se refiere a la muerte de Nadab y Abiú, que es el tema principal de Levítico 10.

Proverbios 20:1: "El vino es una burla, y la fuerte bebida de bayas; y todos los que se equivocan en ellos nunca serán sabios". Este versículo habla sobre la naturaleza del vino y cómo puede llevar a las personas al error, que es relevante en Levítico 10, donde Dios da instrucciones a los sacerdotes sobre cómo lidiar con las bebidas alcohólicas.

1 Pedro 5:8: "Solía ​​sobria; mira; para el diablo, tu adversario, camina en derretirse, bulliciosa como un león, buscando a aquellos que pueden tragar"; Este versículo habla sobre la importancia de la sobriedad y la vigilancia, algo que se enfatiza en Levítico 10, donde Dios da instrucciones sobre cómo los sacerdotes deben comportarse ante Dios y el pueblo.

1 Corintios 9:27: "Antes de someter a mi cuerpo, y lo reduco a la servidumbre, para que, predicando a los demás, yo mismo no vengo de desaprobar". Este versículo habla sobre la necesidad de controlar nuestros cuerpos y deseos, algo importante para los sacerdotes en Levítico 10, donde Dios da instrucciones sobre cómo deben comportarse ante Dios y el pueblo.

1 Timoteo 5:23: "No tengo más agua, pero usamos un poco de vino debido a su estómago y sus enfermedades frecuentes". Este versículo habla sobre el uso moderado del vino con fines medicinales, que es relevante en Levítico 10, donde Dios da instrucciones a los sacerdotes sobre cómo lidiar con las bebidas alcohólicas.



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