11. Pues bien, porque oprimís al pobre y le imponéis tributo del grano, casas de piedra labradas habéis construido, pero no las habitaréis; habéis plantado viñas deliciosas, pero no beberéis su vino.





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina