Deuteronomio, 5
26. Porque de todo ser viviente, ¿quién hay como nosotros que haya oído la voz del Dios vivo hablar de en medio del fuego y haya quedado con vida?
26. Porque de todo ser viviente, ¿quién hay como nosotros que haya oído la voz del Dios vivo hablar de en medio del fuego y haya quedado con vida?
“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina