4. y por delante de las salas pasaba un corredor de cinco metros de ancho hacia el interior y cien codos de largo; sus puertas daban al norte.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina