I Reyes, 8
58. sino que incline nuestro corazón hacia él, para que sigamos sus caminos y guardemos todos sus mandatos, sus leyes y sus preceptos, los que prescribió a nuestros padres.
58. sino que incline nuestro corazón hacia él, para que sigamos sus caminos y guardemos todos sus mandatos, sus leyes y sus preceptos, los que prescribió a nuestros padres.
“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina