11. Al día siguiente Saúl dividió al pueblo en tres cuerpos, que penetraron en el campamento antes del amanecer y estuvieron matando amonitas hasta el mediodía. Los supervivientes se dispersaron, hasta el punto de no quedar dos juntos.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina