36. Ya no pueden morir, pues son como los ángeles, hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina