21. Todas las ollas en Jerusalén y en Judá serán consagradas al Señor todopoderoso; vendrán todos los que ofrezcan sacrificios, las tomarán y se servirán de ellas para cocer, y no habrá ya mercaderes en el templo del Señor todopoderoso en aquel día.





“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina