17. Tampoco comerás en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, ni las primicias de tu ganado y tus rebaños, ni lo que hayas prometido al Señor mediante un voto, ni tus ofrendas voluntarias, ni tus dones.





“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina