17. los cinco hombres que habían ido a explorar el país se introdujeron en la casa y tomaron la estatua de metal fundido, el efod y los ídolos familiares. Mientras tanto, el sacerdote permanecía de pie junto a la puerta de entrada, con los seiscientos hombres armados.





“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina